La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una condición progresiva y no reversible. No obstante, con los lineamientos y pautas adecuadas, es posible ralentizar su avance, o bien detener su evolución. En este sentido, la rehabilitación pulmonar es una de las estrategias más efectivas del tratamiento EPOC.
Se trata de un programa que contempla la realización de diferentes actividades apuntadas a optimizar la capacidad respiratoria de las personas que padecen EPOC, a fin de que puedan realizar sus tareas diarias sin tanta dificultad y aumenten su tolerancia al esfuerzo, mejorando su calidad de vida.
En este artículo, explicamos en detalle en qué consiste la rehabilitación pulmonar y explicamos por qué es una parte fundamental en el tratamiento de EPOC.
La EPOC es una patología crónica que se caracteriza por la inflamación en los pulmones y la obstrucción del flujo de aire.
Si bien el tabaquismo es la principal causa de su aparición, también puede originarse por la exposición prolongada a sustancias químicas que irritan los pulmones, o bien por la presencia de un trastorno genético asociado a la existencia de bajos niveles de la proteína alfa-1 antitripsina (AAt).
Junto con el exceso de mucosidad, tos y la aparición de sibilancias en la respiración, la disnea, o sensación subjetiva de falta de aire, es uno de los principales síntomas de esta condición.
Quienes la experimentan, describen que se sienten “ahogados” o con “el pecho oprimido”.
Esta sensación puede aparecer tanto en reposo como durante el esfuerzo físico, variando en su gravedad desde leve hasta muy intensa, en función de la causa que la origina y del estado pulmonar de la persona afectada.
Para los pacientes con EPOC, la disnea es un síntoma que impacta negativamente en su calidad de vida, debido a que el aumento de la resistencia en las vías respiratorias reduce el flujo de aire durante la exhalación.
Para compensar la falta de oxígeno, quienes padecen esta condición intensifican su flujo respiratorio, aumentando el esfuerzo e incrementando la carga muscular al inhalar. Esto genera una sensación de ahogo.
Por otro lado, la EPOC altera los músculos periféricos, intensificando la fatiga y la disnea y perjudicando la calidad de vida de los pacientes, quienes se ven imposibilitados de realizar tareas cotidianas.
Está comprobado que la rehabilitación respiratoria es uno de los componentes más importantes del tratamiento EPOC, debido a que ayuda a reducir la disnea y a mejorar la capacidad física y muscular de las personas que padecen esta enfermedad.
Se trata de un programa que se adapta a las características y necesidades de cada paciente, abarcando una serie de intervenciones que combinan educación, consejos nutricionales, ejercicios de entrenamiento y seguimiento personalizado. El objetivo es reducir los síntomas y facilitar las actividades diarias.
Es importante saber que la rehabilitación pulmonar no reemplaza el tratamiento EPOC médico, sino que se realiza de manera conjunta.
La mejor manera para realizar un entrenamiento es dentro de un programa de rehabilitación respiratoria, donde se puede realizar un tratamiento individualizado, dirigido específicamente a cada paciente.
No obstante, con un sencillo programa domiciliario también se pueden obtener buenos resultados. Al mismo tiempo, se trata de una estrategia de gran importancia para mantener las mejoras, ya que permite que los pacientes se acostumbren a integrar el ejercicio en su vida cotidiana.
Se recomienda elegir un ejercicio que le guste al paciente. Lo más sencillo es empezar con actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o usar bicicleta estática (si dispone), siempre acorde a las posibilidades del paciente.
Lo mejor es realizar las actividades físicas en grupo, ya que fortalece psicológicamente a los pacientes, quienes se sienten menos aislados socialmente, lo que contribuye a mejorar su bienestar.
Es recomendable comenzar de a poco e incrementar progresivamente la intensidad cada semana de manera gradual, para ir adaptándose al nuevo esfuerzo, siempre teniendo en cuenta las limitaciones que impone la enfermedad.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta para hacer ejercicio:
Cómo caminar:
Realizar de manera periódica ejercicio físico mejora la Calidad de Vida y disminuye los síntomas y progresión de la enfermedad.
La práctica habitual de actividad física adecuada influye en los siguientes síntomas:
Junto con la rehabilitación pulmonar, la nutrición es otro de los pilares fundamentales en el manejo integral de los pacientes con EPOC y es condición necesaria para el éxito de la rehabilitación.
La respiración requiere más energía para las personas que padecen esta condición. El trabajo respiratorio provoca un consumo 10 veces más de calorías en los pacientes, a consecuencia de la dificultad que presentan para exhalar.
Por eso, un gran porcentaje de las personas con esta dolencia tienen dificultades para conseguir el número de nutrientes necesarios, así como la energía necesaria para realizar las actividades, lo que puede derivar en situaciones de pérdida de peso involuntaria.
En Numed, queremos mejorar la calidad de vida de quienes sufren esta condición. Para lograrlo, creamos Numed EPOC, un alimento completo, equilibrado, alto en calorías y que genera un bajo cociente respiratorio, único en Argentina.
Si querés saber más sobre nuestra solución alimenticia específicamente diseñada para quienes se encuentran en tratamiento EPOC, mandanos un mensaje.