La dificultad para respirar y la sensación subjetiva de falta de aire son dos síntomas habituales entre quienes padecen EPOC.
Aunque la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una condición progresiva que, si no es tratada adecuadamente, puede empeorar con el tiempo, existen 2 técnicas respiratorias que ayudan a mejorar la capacidad pulmonar de los pacientes.
En este artículo, explicamos en detalle de qué se tratan estos métodos. ¡Que disfrutes la lectura!
Dificultad para respirar y EPOC
La EPOC, ocasionada por diferentes factores, como el tabaquismo, la exposición prolongada a sustancias irritantes para los pulmones o los niveles bajos de la proteína alfa-1 antitripsina (AAt), se caracteriza por la obstrucción progresiva del flujo de aire.
Esta patología daña e inflama las vías respiratorias, haciéndolas menos elásticas y más estrechas. Esto provoca una reducción de la cantidad de aire que puede pasar a través de ellas.
Además, la inflamación crónica aumenta la producción de mucosidad, lo que, a su vez, se traduce en una obstrucción mayor que redunda en dificultades para respirar.
La EPOC también impacta negativamente en los alvéolos, que son pequeños sacos de aire en los pulmones donde se intercambian el oxígeno y el dióxido de carbono, dificultando el intercambio gaseoso.
Por otro lado, la sensación subjetiva de falta de aire, más conocida como disnea, también genera dificultades para respirar.
Este síntoma, uno de los más frecuentes entre quienes padecen esta dolencia, puede aparecer en reposo o cuando se hace esfuerzo físico, variando en su gravedad desde leve hasta muy intensa.
En la EPOC, el aumento de la resistencia en las vías respiratorias reduce el flujo de aire durante la exhalación, provocando una oxigenación insuficiente. Para compensar la falta de oxígeno, los pacientes intensifican su flujo respiratorio, esforzándose más para inhalar. Este mecanismo genera sensación de ahogo y dificultad para respirar.
Respiración con labios fruncidos y respiración diafragmática, 2 técnicas que mejoran la capacidad pulmonar
Para mejorar la calidad de vida y ralentizar el avance de la enfermedad, es necesario poner en marcha un plan que contemple 3 pilares de acción: tratamiento médico especializado, nutrición adecuada y ejercicios de rehabilitación respiratoria que se adapten a las características y necesidades de cada paciente.
Junto con estos 3 factores, es recomendable que los pacientes conozcan y apliquen algunas técnicas que amplían la capacidad pulmonar y reducen la dificultad para respirar.
Respiración diafragmática
También llamada respiración abdominal, se enfoca en fortalecer el diafragma, que es el músculo que realiza el mayor esfuerzo al respirar. Cuando se fortifica, las personas pueden respirar más profundamente.
Para realizarlo se deben realizar los siguientes pasos:
- Acostarse boca arriba
- Colocar una mano sobre el abdomen y la otra sobre el pecho
- Inhalar empujando el abdomen hacia afuera todo lo que se pueda. La mano que está apoyada sobre esta parte del cuerpo debe moverse, pero la otra (que está sobre el pecho) tiene que permanecer quieta.
- Exhalar empujando el abdomen hacia adentro
Lo ideal es practicar este método de respiración durante 20 minutos, 2 o 3 veces por día.
Respiración con los labios fruncidos
Esta técnica ayuda a mantener las vías aéreas abiertas por más tiempo, lo que facilita el funcionamiento pulmonar y mejora el intercambio gaseoso.
Se trata de un método más sencillo que la respiración diafragmática, especialmente para aquellas personas que no ejercitan sus músculos respiratorios con frecuencia.
Para practicarlo, es preciso ejecutar una serie de pasos:
- Sentarse en una posición erguida
- Inhalar lenta, controlada y profundamente por la nariz
- Fruncir los labios, manteniéndolos en contacto entre sí como si se quisiera dar un beso o soplar algo
- Exhalar lentamente a través de los labios fruncidos, procurando que la exhalación sea dos veces más prolongada que la inhalación
Tanto la respiración abdominal como la que realiza con los labios fruncidos ayudan a ampliar la capacidad pulmonar y a reducir las dificultades para respirar. La clave es practicarlas de manera regular para perfeccionar la técnica y obtener mayores beneficios.
Si querés saber más sobre estos métodos, o tenés alguna consulta sobre cómo realizarlos, mandanos un mensaje.
